lunes, 19 de marzo de 2007

El comienzo de un viaje

Llegados los 22, empiezo a leer el libro que me regalaron para mi cumple... El bar del infierno de Alejandro Dolina.
Leí el prólogo, y me pareció que estás cosas no deben guardarse, hay que compartirlas. Así que acá va...

Prólogo

Profesores de la cátedra de alquimia me han contado la enorme dificultad que supone enseñar una normativa cuyo precepto central es el secreto absoluto. El maestro debe ejercer al mismo tiempo la divulgación y el ocultamiento. Para completar exitosamente ambas actividades no tendrá más remedio que dictar clases que tengan -por lo menos- dos significados. Uno de apariencias y otro secreto, que el alumno deberá ír descifrando trabajosamente.
Tras largos siglos de penosas lecciones, se ha ido construyendo un lenguaje donde lo que se dice no es lo que se quiere decir, en donde cada palabra no es sino una imprecisa alegoría de otra que no ha sido dicha: el sol es el oro, pero también es el Padre y es Apolo, y el calor del cuerpo y el centro del Zodíaco. Los siete metales son también las siete heridas de Cristo, las siete virtudes, los siete colores, los días de la semana, las horas y la suma de la trinidad con los cuatro elementos, que vienen a ser - de paso- los cuatro evangelistas.
Desde luego, el aprendiz jamás tendrá la certeza de haber descubierto las verdades escondidas, pues nunca se realiza la traducción definitiva. Maestros y discípulos se hablan a través de los tiempos en interminables diálogos y textos que son símbolos y emblemas de otros símbolos y emblemas, cuyo comienzo o final es imposible hallar.
Manuel Mandeb, el pensador de Flores, afirma que toda conversación es una lección de alquimia. Nadie dice lo que dice, nadie oye lo que oye, nadie escribe lo que escribe. Mandeb aclará que en realidad este último juicio oculta en verdad otro, que es secreto.
¿Qué libro esconderá este libro? ¿Qué tristezas desconocidas se ocultarán tras nuestras viejas y familiares penas?

Alejandro Dolina

4 comentarios:

  1. Hola Dani!

    Me alegra estar aca de visita, encontrando paz para mi malgastado espiritu, te he leido alla en mi blog y no he podido menos que saber que cuento con vos...

    Mi vida personal ahora mismo atraviesa por una crisis ridicula, de esas que los humanos nos inventamos para suponer que nuestra existencia es importante.

    Supongo que nos revelamos a ser un segundo en la eternidad y no queremos ser un punto más en el espacio, asi que para variar un poco, nos creamos conflictos, pleitos y hasta guerras en nuestro afan de no ser tan efimeros.

    P.D. Desde mi Exilio.

    P.D2. Te envio en breve un correo.

    P.D3. Perdon si use tu espacio de comentario de mala manera, es que como vos decis aca me siento en casa.

    Besos Impares y sin sal.


    Edson.

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  2. Vos que estás en la pomada: cómo se escucha a Dolina ahora?... desde que se cambió no lo oí más

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  3. Confieso un crimen: empecé Bar del infierno y no llegué ni a la mitad. A mí también me lo regalaron para un cumpleaños :)

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  4. Edson: Los espacios están justamente para eso... para poner en palabras todo aquello que uno quiere sacarse de adentro. Desde acá mis fuerzas amigo...

    Mondo: Por lo que se está en Radio 10, pero en mi ciudad es re difícil sintonizarla así que me cago de odio, y escucho las temporadas que me bajé en la compu... avise si quiere un par y se las paso por mail.

    Gil: Mirá vos!!! un pecado capital... a mí la verdad es que me engancho bastante... aunque tengo mis críticas para hacerle. Sin embargo me tiene semi-atrapada... me quedo con Crónicas del Ángel gris definitivamente.

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