martes, 30 de enero de 2007

No se te ocurra


"No se te ocurra morder ese cable"
"No se te ocurra robarte esa naranja"
"Que ni se te ocurra agarrar mis zapatillas"

Ufff... innumerables cantidad de frases con el "no se te ocurra" se me cruzan cuando miro a mi perro. Llegó hace casi cuatro años a mi casa, en realidad lo traje yo de la casa de una amiga...
Llegar, llegó. Y después fue todo caos: rompía todo, comía todo, robaba todo lo que encontrara para esconderlo debajo de mi cama.
Lloraba de noche y de día - Todavía lo hace, a veces cuando se pone en maricarmencita- y es insoportablemente denso cuando llega alguien. Visitas en casa nunca, porque salta, juega y trae las cosas más insospechadas ante la vista de quienes pasan a tomar unos mates.
Empezó a dormir conmingo de chiquito y ya de grande no se le fue la maña. Parece que el lugar donde el se siente seguro es aquel donde yo me encuentre, y la verdad es que a veces es dificíl, sobretodo porque a pesar de que en mi casa siempre hubo animales este es el que verdaderamente me robo el corazón.
Amo sentarme a comer naranjas y que el se haga el disimulado y me mire con cara de indigente para que le regale algún que otro gajito. O sentarme en la vereda mientras él corre en el baldío de enfrente. Sentirme feliz de llegar a casa, porque él me siente subiendo als escaleras y apenas abro la puerta ya está ahí para ladrar y mover su cola dándome la bienvenida.
Membrillo, mi perro, está internado. Tuvo una oclusión intestinal y lo operaron y la verdad es que no se encuentra muy bien, y no puedo explicar lo mal que me hace verlo así. Hace tres días que está internado y desde el momento en que lo dejé no paro de extrañarlo. No me dejan verlo porque se pone muy nervioso, así que será cuestión de esperar que este fin de semana lo traigan de nuevo a casa para que ande con su pelota roja y su mickey deshilachado que seguro lo extrañan igual que yo.
Memo... no se te ocurra irte y no volver.

lunes, 22 de enero de 2007

Y es una puñalada

Si volvieran los dragones

Si la angustia no tuviera tantos meses,
si pudiera huir de esta ciudad,
si el milagro de los panes y los peces
con
siguiera darnos de cenar.

Si tuvieran corazón las autopistas,
si alguien me esperara en la estación,
si bajaran de la luna los artistas,
si acabara bien esta canción.

Si aprendiéramos a amar como animales,
si quedara tiempo que perder,
si bailaran rock and roll los generales,
si cantara el gallo rojo del amanecer.

Y los sentidos olvidaran la razón.
Y las golondrinas
supieran volver
a hacer su nido cada otoño en el reloj
de las oficinas.
Si el huracán del porvenir
arrasara las fronteras
rotas las banderas por la pasión,
si reinara en el dos mil
la imaginación.

Si el silencio cotizaran más que el oro,
si encontrara hotel en Shangri-la,
si la muerte hiciera mutis por el foro,
si pudiera yo quererte hasta el final.

Y naufragar
en la isla del tesoro,
si los mercenarios de la soledad
incendiaran con un blues
todo el cono sur.
Si en los escombros de la revolución
creciera el árbol verde del placer,
y las catedrales se cansaran de ser
ruinas del fracaso de Dios.

Si volvieran los dragones a poblar las avenidas
de un planeta que se suicida.
Si volvieran los dragones...
Si volvieran los dragones, Robin Hood,
las amazonas, Marco Polo, Nosferatu, Garcilaso,
Casanova, Buster Keaton, Mata Hari, Don Quijote,
Macedonio, Moby Dick, Los Bucaneros,
Nostradamus, Celedonio, Sargent Pepper,
Goyeneche, Sitting Bull, La violetera,
Janis Joplin, Doctor Jekyll, D'Artagnan,
la primavera, el Cantar de los Cantares, Greta Garbo,
el Tempranillo, Babilonia, Julio Verne, Camarón,
los conventillos, Gulliver, Sierra Maestra, Bonny and Clyde,
La Magdalena, Camelot, los alquimistas,
Atahualpa, Bonavena, la tetona de Fellini, Bakunín,
las ilusiones, Espartaco, Mesalina, las cigüeñas, los bufones,
si volvieran los dragones.

Sabina y Páez

viernes, 19 de enero de 2007

Tiempos modernos los que corren

Pueblo chico, infierno grande;
Pueblo grande, ciudad chica;
Un puñado de edificios y gente conocida.

Todas bien podrían definir la ciudad en la que nací y me críe, Río Cuarto. Esta ciudad que alunos osados denominan "El imperio cordobés", aunque bien sabemos que no lo es.
Una plaza principal donde la calesita y el trensito que da vuelta la plaza eran la salida del domingo, después de que nos bañaran y nos pusieran a mi y a mi hermana "la ropita de salir". Esa salida que si teníamos suerte y nos portábamos bien se extendía por el centro que ocupa seis cuadras para cada lado de los puntos cardinales de la plaza.
Las golondrinas, la calesita, el trencito y hasta esos pinos altos y eternos todavía reciben los chicos de esta ciudad. Aunque también reciben visitas que muchas veces pasan desapercibidas.
Y sí, así es cuando "te faltan caramelos en el frasco"... pasas desapercibido, aunque nadie sepa que dentro de tu bendita locura orquestas los sonidos de esta "ciudad" y que podrías reconocer cada una de las palomas que duermen con vos en la calesita a la noche cuando la ciudad ya descansa de las luces.
Locuras y personajes parecen dos ingredientes de una receta perfecta. Sin uno no estaría el otro, y todas als ciudades tienen su "loco".
Mi ciudad no sé queda atrás, aunque muchas veces ni siquiera note la presencia de estos locos lindos... es que son tiempos modernos lo que corren y en la practicidad del ser cotidiano "que no tengas los patitos en fila" es algo que hay que ocultar y en lo posible ignorar; sin embargo yo noto que están ahí... y hasta me preocupo cuando no los veo.
Está Jesús, mezcla rara de penúltimo linyera -como reza el tango- y del hijo del omnipresente todopoderoso. Con su eterno e inseparable saco de pana marrón clarito, sus largos pelos mugrientos y su bolsita con sus pertenencias.
Cuando alguien le pregunta:
- Quién sos?
Él responde:
- Soy Jesús, el hijo de dios.
Y después de responderte se aleja, molesto de que dudes de su idéntidad.
El fanático del "Rojo" es un personaje interesante y muy entrañable. En su bicileta roja -por supuesto- deámbula por la ciudad relatando partidos en los que él mismo es protagonista:
- La tiene Mariano moreno, la hinchada del rojo está que explota (olé olé olé olé, rojo! rojo!), va a rematar...
Y repitiendo siempre lo mismo se alegrá cuando alguien victorea al rojo.
Yo no sé si alguien realmente valore la importancia de los iluminados que parecen volar cuando a todos los demás nos cortaron las alas. Sin embargo para mí son tan importantes como la calesita, el trensito o la plaza misma.

miércoles, 17 de enero de 2007

Tengo cuatro personalidades... o más...

8

Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades.
En mí, la personalidad es una especie de forunculosis anímica en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad.
Desde que estoy conmigo mismo, es la aglomeración de las que me rodean que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W.C.
¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso!.
¡Imposible saber cuál es la verdad!.
Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad más absoluta con todas ellas, no me convenzo de que me pertenezcan.
¿Qué clase de contacto pueden tener conmigo -me pregunto- todas estas personalidades inconfesables, que harían ruborizar a un carnicero? ¿Habré de permitir que se me identifique, por ejemplo, con este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarce, o con este cretinoide cuya sonrisa es capaz de congelar una locomotora?
El hecho de que se hospeden en mi cuerpo es suficiente, sin embar5go, para enfermarme de indignación. Ya que no puedo ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los replieges más profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia... de un egoísmo... de una falta de tacto...
Hasta las personalidades más insignificantes se dan unos aires de trasatlántico. Todas, sin ninguna clase de excepción se consideran con derecho a manifestar un desprecio olímpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de todas especies, discusiones que no terminan nunca. En vez de contemporizar, ya que tienen que vivir juntas, ¡pues no señor!, cada una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las opiniones y los gustos de los demás. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace reir a carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponiendome un paseíto al cementerio. Ni bien aquella desee que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, esta se emepña en demostrarme las ventajas de la abstinencia, y mientras una abusa de la noche y no me deja dormir hasta la madrugada, la otra me despierta con el amanecer y exige que me levante junto con las gallinas.
Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda.

Oliverio Girondo

lunes, 15 de enero de 2007

Descripta

Muchas veces uno lee algo y autómaticamente forma parte de nuestra alma... como si las palabras no pudieran describir ese nexo inconcluso que sirve de puente entre lo que sentimos y lo que queremos decir, y que se completa con ese trocito de vida que hallamos casi sin darnos cuenta en una melodía, en una poesía, en una canción o en una frase.

Yo soy...

mis alas?
dos pétalos podridos

mi razón?
copitas de vino agrio

mi vida?
vacío bien pensado

mi cuerpo?
un tajo en la silla

mi vaivén?
un gong infantil

mi rostro?
un cero disimulado

mis ojos?
ah! trozos de infinito

Alejandra Pizarnik

El segundo será el vencido???

Bueno, debo ser la única persona que mete la pata en estas pelotudeces... pero sí... mi primer blog murió el mismo día que nació... así que todo lo que estaba escrito anteriormente en el otro estará en este nuevo domicilio.... deseenme suerte!!! quizás ahora se me de...

Cambio de domicilio

Me convenció.. sí, lo logró... Gilda acá estoy, estrenando dirección en blogger, como bien lo diría Ismael, inaugurando un "principio de incertidumbre"...
Me traslade de sucursal, mi espacio seguirá abierto y cuando pueda subiré posteos, pero la verdad es que me cansé de renegar... aparentemente esto es más fácil.
Así que bienvenidos a mi morada, las puertas están abiertas para el que quiera entrar, sólo tiene que pasarse por acá para compartir unos matecitos...
Gildisíma, amiguisíma del alma... que me presentaste -entre otros a Girondo- sos la responsable de que mis letras divaguen por estos lados, por lo que en honor a esta amiga y a todos mis amigotes que seguramente pasarán les dejo un escrito de Dolina (Merian, sigo disfrutando de los archivos que me pasaste de este hombre... eternamente agradecida!!!)...
A mis amigos del otro lado del charco... espero les guste este genio...
Los espero siempre!!!

Asmodeo : Soy Asmodeo, inspirador de tahúres y dueño de todas las fichas del mundo. Conozco de memoria todas las manos que se han repartido en la historia de las barajas. También conozco las que se repartirán en el futuro. Los dados y las ruletas me obedecen. Mi cara está en todos los naipes. Y poseo la cifra secreta y fatal que han de sumar tus generalas cuando llegue el fin d tu vida.
Salzman : ¿No desea jugar al chinchón?
Asmodeo : No, Salzman. Vengo a ofrecerte el triunfo perpetuo. Con sólo adorarme ganarás siempre a cualquier juego.
Salzman : No sé si quiero ganar.
Asmodeo : ¡Imbécil...!¿Acaso quieres perder?
Salzman : No. Tampoco quiero perder.
Asmodeo : ¿Qué es lo que quieres entonces?
Salzman : Jugar. Quiero jugar, maestro... Hagamos un chinchón.