miércoles, 18 de julio de 2007

Poesía en el bondi

Así era el titulo, de uno de los programas de la secretaría de cultura, hace unos años en mi ciudad... consistía en un concurso, donde las personas debían anotarse bajo un seudónimo y participar con algún escrito.
Cuando en el 2005 me estaba decidiendo por abandonar la carrera de ciencias políticas, para empezar a estudiar profesorado de historia, uno de esos días en que la incertidumbre era el único camino seguro y parecía que había que ser pragmático y dejar de lado las ilusiones, leí en el cole de la línea 13 que hasta el día de hoy me sigue llevando a la facu, un poema de un autor riocuartense que me encanto.
Se los dejo, ojalá les guste tanto como a mí.

Ninguna mujer guarda sus labios en invierno

Un tipo esta mañana entró en un café,
tomo un cortado y se pegó un tiro.
Fín del poema.

Dicen los vecinos que nunca hizo nada,
él dijo que no entendió nunca nada,
aúnque tal vez haya entendido demasiado.
Sus amigos no entienden, ahora, nada.
Pero saben que a veces lloraba a través de los vidrios,
que lo alegraban desde las caras de perro hasta
la vulgaridad del hombre todas las verdades,
pero lo mataban las cejas mojadas
de un viejo llovido por el invierno en vida.
las cárceles,
el agua hervida en el mate,
todas las mentiras menos la inocencia de los gatos.

Dicen que hace rato buscaba en los placares,
unos labios de mujer o un arma
para quemar el frío que le andaba en la espalda dicen.

John dos pesos


Nunca supe el verdadero nombre del autor, se que sacó un par de libros con ese seudónimo, pero no se encuentran fácilmente.